La crisis sanitaria, social y económica que ha sacudido al mundo ha provocado dos fenómenos: por un lado, ha disminuido el precio de los inmuebles más antiguos, y por el otro, ha aumentado los de las construcciones más actuales.
Dentro del sector inmobiliario, como en muchos otros, la pandemia que ha traído el coronavirus tuvo, y todavía tiene, graves consecuencias. Si bien esto es relativamente malo para el sector inmobiliario, también resulta una oportunidad para las personas que están en búsqueda de una nueva vivienda.
La compraventa durante la pandemia (y en los meses posteriores) trae consigo muchas preguntas: ¿cuáles son los inmuebles que más han bajado de precio? ¿Cuál es la demanda actual del sector inmobiliario? ¿Existen alternativas frente a la visita presencial de los inmuebles?
¿Qué situación vive el sector inmobiliario actualmente?
La mayoría de expertos estipula que la disminución del precio de las viviendas debida a la baja demanda provocada por la crisis actual es una tendencia que seguirá presente, al menos, hasta durante el 2021. Sin embargo, se piensa que a comienzos del nuevo año ya se dará un leve inicio de la normalización y estabilización de la actividad. Gracias a esto, en la actualidad se puede adquirir un inmueble a un precio inferior al de hace un año.
La caída y subida de precios no afectó a todas las propiedades por igual. Si bien la caída fue muy grande para los inmuebles de segunda mano y los más antiguos, para las nuevas viviendas el escenario fue otro: aumentó en gran cantidad debido a la enorme demanda de este tipo de inmuebles más modernos y con más comodidades, a fin de pasar la crisis de la mejor forma. Se estima que, desde finales de 2019, la compra de estos inmuebles se impulsó gracias a las diversas ventajas que proporcionaban gracias a su eficiencia energética y tecnologías más modernas incluidas. Luego y durante la pandemia, los compradores han comenzado a buscar viviendas más alejadas de la ciudad, más grandes y con más servicios, como pileta, canchas para hacer deportes o terrazas. De aquí se explica la suba de sus precios.
El precio del metro cuadrado usado en Buenos Aires se retrajo un 27% con respecto a mayo del 2019. Si en ese momento una propiedad de departamento de 2 o 3 ambientes, usado y de calidad estándar, se ofrecía a US$2367 por metro cuadrado, hoy el valor promedio de una propiedad con las mismas características está en US$1732. Así se desprende de un relevamiento que realiza Reporte Inmobiliario desde el 2005, cuyos últimos números corresponden a mayo.
COVID-19: las nuevas prioridades
Junto con los precios y los procesos administrativos de la compraventa, también han cambiado las preferencias de los compradores a la hora de elegir dónde van a vivir. Debido a las normas de la cuarentena, muchas personas han tenido que quedarse con el teletrabajo y, así, adaptaron su propia “oficina en casa”. En consecuencia, muchos compradores, quienes podían permitírselo, comenzaron a buscar viviendas con espacios más amplios, jardines o balcones, al igual que inmuebles que se encuentren cerca de espacios verdes.
Esta tendencia se ha visto en la población etaria de entre los 30 y 50 años, según un estudio de la Cámara Inmobiliaria Argentina. Por lo tanto, la búsqueda de viviendas en la ciudad ha disminuido en gran medida, sobre todo, también, para las búsquedas de familias. Gracias a esto, las inmobiliarias han comenzado a realizar ofertas en algunas zonas y con determinados inmuebles, aprovechando las oportunidades que estas nuevas búsquedas brindaban.
¿Qué pasó, entonces, con las visitas guiadas para conocer el futuro hogar? Las visitas presenciales siempre han sido un punto decisivo a la hora de adquirir un inmueble. Gracias a ellas, se puede observar el estado real en el que se encuentra, la zona en la que está ubicado y los aspectos claves que serán útiles en la decisión final, sea una vivienda antigua o de las más modernas.
Para la inmobiliaria, este es, también, un momento clave para brindar la confianza que necesita su cliente y demostrar que su trabajo puede ofrecerle su futuro hogar. Debido a la pandemia, por razones sanitarias y de protocolo, este procedimiento se ha visto muy afectado.
¿Cuál ha sido la solución que encontraron los profesionales del campo? Las visitas virtuales en 3D, videos extensos que recorren el inmueble desde el principio hasta el final, con todos sus rincones y habitaciones, que se llevan a cabo durante una videollamada en conjunto. De esta forma, el comprador puede visitar el inmueble desde su casa, sin riesgos de contagio y con total seguridad de que es lo que realmente esperaba.
Estas nuevas tecnologías han cambiado el modo de ver el sector inmobiliario. No solo son útiles mientras dure la pandemia, sino que las visitas virtuales seguirán siendo utilizadas en el futuro gracias a los tiempos que ahorra, las posibilidades de visitar una vivienda estando a kilómetros de distancia y la facilidad con la que pueden llevarse a cabo.
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